Aprovechando que hoy es el Día Mundial contra el Cáncer
quiero aprovechar para sumergirme un poco en este tema tan amplio y que
ahondaremos también en otros post más adelante.
Hoy me quiero centrar en la caquexia cancerosa que produce en un gran número de casos una
desnutrición de la persona que la padece. Se caracteriza por anorexia,
disminución de peso (tanto por masa muscular como masa adiposa), debilidad e
inmunosupresión, que si se mantiene el tiempo puede conducir a la muerte. Sus consecuencias
son disminución de la síntesis proteica (pérdida de músculo), disminución de la
tolerancia al tratamiento antineoplásico y una menor supervivencia.
Es muy importante tratar la caquexia puesto que supone una
mejora en la vida del paciente, mayor respuesta al tratamiento y menor
toxicidad del mismo, frena el deterioro del sistema inmune y previene el
fallecimiento prematuro.
Antiguamente se pensaba que nutriendo al paciente se nutría
también al tumor, pero se ha visto que no
es cierto. Si bien el tumor utiliza nutrientes para desarrollarse, eso no
quita que el paciente deba estar bien nutrido para que su supervivencia sea
mayor.
La intervención nutricional será distinta si se trata de un
paciente en fase curativa o paliativa, estado nutricional en el que se
encuentra y tratamiento antitumoral que esté siguiendo.
A grandes rasgos...
- Las proteínas
que debe ingerir un paciente oncológico sin estrés serán entre 1-1.2g/kg/día, un poco más elevado que
una persona sana. En el caso de que las demandas sean elevadas o tenga estrés
metabólico (por cirugía o tratamiento antitumoral) esas necesidades aumentan a
1.5-2g/kg/día. Las proteínas las encontramos en la carne, el pescado, huevos y legumbres.
- Los lípidos o grasas (aceite, mantequilla, dulces, grasas
de carnes) se mantienen como los de una persona sana. Se recomienda aumentar
los ácidos grasos monoinsaturados y los acidos grasos ω3 (pescados azules, frutos secos, aceite de oliva).
- Los hidratos de carbono se mantienen (pan, pasta, arroz,
patata, legumbres).
- En general si la ingesta es buena no es necesaria una suplementación de vitaminas ni micronutrientes.
- El agua que se
debe ingerir dependerá de las pérdidas o la patología, siendo recomendable
ingerir unos 40mL/kg/día.
- Los minerales dependerán del balance electrolítico y los
valores bioquímicos. Si hay ascitis o edemas
se deberá restingir el sodio (agua con gas, conservas, salazones,
embutidos, precocinados, cereales de desayuno); aumentar potasio en caso de diarreas (legumbres,
cítricos, verdura, frutos secos, integrales, leche, carne, plátano); aumentar cloro si hay vómitos
(cereales, verduras, frutas, frutos secos, sal, carne, vísceras, leche, huevo).
Recomendaciones en caso de caquexia...
1. Realizar comidas pequeñas pero frecuentes.
2. Comer alimentos que sean altos en calorías y proteínas: huevo, frutos secos, pasta, leche.
3. Evitar líquidos con las comidas para disminuir el
problema de saciedad temprana.
4. Aprovechar los momentos del día en los que se encuentra
mejor para hacer las comidas.
5. Estimular el apetito realizando ejercicio ligero.
6. Agregar calorías y proteínas extras a los alimentos y
purés (mantequilla, frutos secos, miel, azúcar)
7. Crear un ambiente
agradable y variado; la presentación de la comida deberá ser atractiva
(como nuevas recetas, comer con amigos, preparar la comida con variación de
color y textura).
8. Evitar aromas fuertes, que el paciente no huela durante
la preparación, servir platos fríos que tienen menos aromas.
9. Utilizar cubertería
de plástico si nota sabor metálico.
He querido dar una idea global de la caquexia cancerosa y de lo importante que es mantener a la persona bien alimentada y nutrida para poder afrontar esta enfermedad. Quedan pendientes más posts profundizando en otros detalles del cáncer y su relación con la alimentación. ¡Esto no ha hecho nada más que empezar!