martes, 24 de noviembre de 2015

#ceroDIABETES

Hoy celebramos con orgullo el Día Mundial del Dietista-Nutricionista. El lema de este año (#ceroDIABETES) está centrado en la Diabetes, por eso quiero hablar de esta patología.


La diabetes es una afección crónica en la que el organismo no tiene capacidad de producir insulina o de utilizarla correctamente. Existe la Diabetes Mellitus tipo 1, tipo 2 y la gestacional.

Diferencias principales:
La DM1 tiene lugar como consecuencia de una reacción autoinmune, en la que se afectan las células del páncreas y no pueden producir insulina. Suele afectar a niños y jóvenes. El tratamiento es a base de insulina y se hace necesario un control de la alimentación. Los síntomas que la caracterizan son polifagia (aumento del apetito), polidipsia (aumento de la sed) y poliuria (aumento de la orina).

En la DM2 el organismo puede producir insulina, pero no en cantidad suficiente o bien no responde adecuadamente, produciéndose un acumulo de glucosa. Afecta a adultos aunque cada vez es mayor el número de jóvenes y niños que la padecen. Algunos factores de riesgo son la obesidad, la mala alimentación, la falta de ejercicio, antecedentes familiares...

Objetivos
Glc prepandrial (mg/dL)
Glc postpandrial (mg/dL)
HbA1c (%)
DM1
70-120
<160
<6.5
DM2
70-110
<135
<6.5

Es importante mantener los niveles de glucosa dentro de los límites indicados en la tabla, puesto que las complicaciones de la hiperglucemia pueden llegar a ser muy graves (los órganos afectados son el corazón y los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios, pudiendo llegar a producir amputaciones y coma diabético).

La diabetes gestacional es diagnosticada en mujeres en etapa avanzada del embarazo. No es peligroso para el bebé puesto que ya está prácticamente formado, aunque es importante controlar los niveles de glucosa en sangre, recurriendo a la dieta o en algunos casos también a insulina o antidiabéticos orales.
        
Centrándonos en la alimentación...
La alimentación del diabético no debe diferir de la alimentación de la población sana:
-          Pocas calorías en caso de sobrepeso u obesidad.
-          Presentes todos los grupos de alimentos (incluidos los Hidratos de Carbono).
-          Aporte adecuado de fibra.
-          Ácidos grasos insaturados: aceite de oliva, pescado (azul), frutos secos.
-          Ausente o muy baja en AGtrans y AGSaturados: bollería industrial, dulces,  embutidos, grasas.
-          sal.
-          Fraccionar la alimentación a lo largo de día (3 tomas principales si no hay riesgo de hipoglucemia, o 3 principales + 2 colaciones).

Monitorización de Hidratos de Carbono:
Es importante conocer la cantidad de HdC que se van a ingerir para ajustar el tratamiento, controlar la glucemia y liberalizar la alimentación. Aportando una cantidad fija de HdC y constante a lo largo de los días, se evitan fluctuaciones en la glucemia.

1 ración de alimento equivale a la cantidad de alimento que contiene 10g de HdC:
  • 200mL leche = 2 yogures
  • 50g patatas = 20g legumbres = 20g pan = 15g tostadas = 15g arroz = 15g pasta
  • 150g melón, sandía, fresas, pomelo = 100g albaricoque, naranja, pera, mandarina, ciruelas, piña, kiwi, manzana = 50g plátano, uva, cerezas, higos, chirimoya, nísperos.
  • 1 plato de verdura
Las grasas y alimentos proteicos apenas contienen HdC.

El número de raciones de hidratos de carbono a consumir por cada persona deberá estar fijado por un profesional, teniendo en cuenta el índice de masa corporal de la persona, el tipo de diabetes y el tratamiento al que esté sujeto. Es importante controlar el número de raciones de hidratos que se consumen especialmente en personas que se administran insulina.


Recomendaciones nutricionales:
-          Técnicas culinarias: utilizarlas todas. Moderar fritos, rebozados y empanados porque absorben más grasa.
-          Moderar el empleo de sal. Usar aceite de oliva.
-          Usar sacarina como sustituto del azúcar. Se desaconseja la fructosa como edulcorante (se absorbe más lento que el azúcar).
-          Productos dietéticos: no hay evidencias suficientes para su recomendación.
-          Alcohol: aporta azúcares y es hipoglucemiante. Limitar su ingesta (en todo caso hacerlo junto a las comidas).
-          Prohibido fumar (es uno de los factores de riesgo más importante para las enfermedades cardiovasculares).
-          Horarios regulares de comidas, no saltarse ninguna.
-          Fruta: no abusar de su consumo (contiene fructosa). Tomarla mejor con piel.

Limitar:
Pastelería, bollería, chocolates, alimentos azucarados, energéticos, miel, zumos, golosinas... Si se incluyen esporádicamente, controlar cantidad y frecuencia, y tomarlos con alimentos proteicos, grasos o ricos en fibra (disminuyen índice glucémico global).

He intentado exponer la importancia de una buena alimentación si se padece diabetes, y como dietista-nutricionista es muy importante la labor de educación nutricional a todas las personas, puesto que el número de personas con diabetes aumenta mucho año tras año.

Nuestra misión no sólo se centra en cuidar la alimentación una vez se ha detectado la diabetes, sino también en cómo prevenirla a través de una alimentación sana y equilibrada. Es una bonita labor, ¿no crees? Estoy orgullosa de ser dietista-nutricionista.

Para más información os dejo algunos links de páginas interesantes...
http://www.idf.org/
http://nutrinenes.com/

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Test lipidómico

Hace unos días tuve la suerte de asistir a una sesión cuyo título era: “Salud y prevención: Nuevo diagnóstico personalizado para una salud equilibrada”. Con semejante título y el aliciente de ser en inglés, no me pude resistir. Realmente no sabía muy bien a lo que iba, pero me llamó la atención eso del test lipidómico, sobre todo porque no lo había oído nombrar nunca.

¿Qué es el test lipidómico?
Se encarga de analizar molecularmente la membrana celular del glóbulo rojo maduro. Estudia las moléculas lipídicas como algo dinámico. Sabemos que los eritrocitos tienen una membrana celular formada por ácidos grasos, lipoproteínas y colesterol, entre otras. Pero estas moléculas no se encuentran en la misma proporción en todas las personas ni en todas las células y tejidos de nuestro cuerpo. Se cogen los eritrocitos circulantes y maduros porque dan una estimación bastante acorde con la realidad; de hecho el perfil del transporte da idea de cómo están todos los tejidos.

Es un test complementario al test genético (test nutrigenético, ya muy implantado en España a través de Cinfa). Se ha visto que en la vida y en la salud de las personas, el 50% depende de la genética (en esto se basa el test nutrigénetico) y el otro 50% al ambiente. En este punto entraría el test lipidómico, y es donde más podemos influir desde la oficina de farmacia. “Los farmacéuticos podemos ayudar a mejorar la salud de la sociedad”, dijo la doctora Carla Ferreri, ponente de la sesión; y es que la nutrición se relaciona con la prevención, preparamos nuestro cuerpo según lo que comemos. De ahí la importancia de saber cómo son nuestras membranas celulares para darle a las células (y en definitiva a nuestro cuerpo) aquello que realmente necesita.


Me gustó mucho la defensa que hizo de la dieta mediterránea, de la cual soy fan. La pirámide de la dieta mediterránea se construyó después de llevar años usándola. Y en la base se encuentran las “moléculas del estado de ánimo” (mood molecules), aquellas relacionadas con la actividad física, el descanso y la convivencia (endorfinas, prostaglandinas...). Los lípidos, en 10 años han pasado de estar en la base de la pirámide, a ir subiendo poco a poco. Actualmente se recomienda que los lípidos se correspondan con un 30-35% de las kcal totales, en condiciones normales. Aún así, la dieta no produce efectos similares en todos, ya que la velocidad a través de la membrana lipídica es distinta en cada persona. De ahí la importancia de conocer esa membrana para ingerir lo que más necesitamos, y reducir aquello más abundante. En esto se centra el test lipidómico.

En la membrana celular, los ácidos grasos saturados aportan rigidez, y los insaturados fluidez. Por eso es importante mantener un equilibrio entre ambos. Por su parte, el colesterol también regula la rigidez-fluidez de la membrana. Un aspecto positivo del test es que su fácil realización (extracción de sangre capilar en el dedo) permite en poco tiempo ver cómo va evolucionando la membrana según la dieta que realizamos.

¿Qué analiza el test?
         - Porcentaje de ácidos grasos y los valores óptimos
         - Índice de equilibrio (balance lipídico)
         - Índice de actividad enzimática
         - Índice de riesgo cardiovascular
         - Ácidos grasos trans
Los indicadores moleculares de la membrana celular son: fatiga metabólica (ácido palmitoleico, AGS/AGMI), inmunidad y defensa celular (ω6, EPA ω3), cardiovascular (AGS, ω3), inflamación (ARA ω6, ω6/ω3), neuro (DHA ω3) y estrés radicálico (trans, trans/ARA).

Además del análisis, se realiza una anamnesis, sobre el estilo de vida de la persona y su alimentación. Los resultados obtenidos tras hacer el análisis se comparan con unos valores normales estadísticos. Actualmente se está haciendo un proyecto similar al código de barras, para gente sana y enferma. 

Según los datos obtenidos puede ser necesario recurrir a un nutracéutico (alimento o parte de un alimento que proporciona beneficios para la salud), siempre sin modificar la medicación de la persona, durante un periodo de 4 meses, con ciclos de tres semanas ingiriendo y una de descanso. Esto no siempre será necesario, pero sí la alimentación, que es un elemento indispensable para recuperar el equilibrio.

Su ámbito de implantación es muy amplio: puede ser utilizado para reequilibrar el metabolismo, para mantener la buena forma deportiva, en casos de alergias, en fatiga y cambios de humor, en embarazo, para el bienestar de la piel, para proteger el corazón y la salud cardiovascular, para controlar el colesterol...

Como conclusión, este va a ser el futuro de la nutrición, pero ¿estamos preparados a día de hoy para su realización en las farmacias?
    


Para más información: http://www.lipinutragen.it/