domingo, 17 de enero de 2016

Alimentación durante la lactancia

La alimentación sabemos que es importante en todas las etapas de la vida, pero hay algunas que son aún más importantes si cabe, y una de ellas es la lactancia, debido a que nos jugamos mucho: tanto por la calidad de la leche materna (con lo que eso conlleva para el bebé) como para la salud de la madre.

La alimentación durante la lactancia debe ser suficiente para cubrir las necesidades nutricionales de la madre, las necesidades específicas de la producción de leche y alimentar bien al bebé.

Este es un tema que llega con un par de años de retraso, cuando una amiga me pidió que le hiciera una dieta después de tener a su primera niña. No obstante, mejor tarde que nunca, y este post va dedicado a ella, a sus dos niñas ¡y a los que vendrán! Y a todas aquellas madres que están en este periodo de su vida.

¿Qué ventajas tiene la lactancia materna?
- Es nutricionalmente completa, por eso las fórmulas infantiles intentan asemejarse lo más posible.
- Reduce el riesgo de alergias y protege frente a infecciones.
- Favorece el desarrollo afectivo y emocional entre madre e hijo.
- No precisa ningún tipo de preparación ni de gasto económico.
- La recuperación de peso en la madre es más rápido y hay una menor incidencia de depresión posparto.


Vistas las ventajas sobre la lactancia artificial, siempre que se pueda es mejor recurrir a la lactancia materna, al menos durante los 6 primeros meses.

La calidad y variedad de los alimentos que consume la madre están directamente relacionados con el volumen y composición de la leche, por lo tanto también sobre la salud de la madre y del bebé. Es por esto que la alimentación de la madre debe evolucionar según los requerimientos nutricionales del lactante. La dieta durante la lactancia es prácticamente igual a la seguida durante el embarazo.

La alimentación durante la lactancia debe ser rica en energía, proteínas y vitaminas.

- ENERGIA: Se sabe que son necesarias 85 Kcal para producir 100 mL de leche (70 kcal de leche y 15 kcal el producirla). Se estima que con un aporte de energía de 640 Kcal se consigue mantener la lactancia de forma exclusiva durante los primeros seis meses de vida (hay estudios que tienen en cuenta la grasa acumulada durante el embarazo y que también es utilizada para la producción de leche, por lo que el incremento de energía sería de unas 500 kcal al día). 

- PROTEÍNAS: Las recomendaciones RDA indican que un aporte suplementario de 15 g/día durante los primeros seis meses es suficiente.

- GRASAS E HIDRATOS: no son necesarios aportes suplementarios sobre los de una dieta normal y equilibrada para un adulto sano.

- VITAMINAS: se debería aumentar el consumo de vitamina A (950μg al día) y mantener los niveles de vitamina D que se consumían durante el embarazo (10 día).

- MINERALES: se recomienda consumir 1.200mg de Calcio al día y 990mg de Fósforo. Se deberían consumir 200μg de Yodo, provenientes de la sal yodada, pescados y lácteos. 

Además hay que aumentar el consumo de fibra (29g al día) y que los ácidos grasos saturados, trans y colesterol sean lo más bajo posible.

La suplementación con productos comerciales siempre debe ser bajo supervisión médica.  

A modo de resumen
1. Se recomienda realizar seis comidas bien repartidas a lo largo del día.
2. La leche o derivados deben estar presentes en cada una de ellas.
3. Los azúcares (complejos, evitar los refinados) debe tomarse en, al menos, cuatro de las seis comidas establecidas. Pan, pasta, arroz, patata...
4. Las grasas mejor si son de origen vegetal. Deben aportarse en la misma proporción (saturadas, monoinsturadas, poliinsaturadas) que en la dieta de un adulto sano.
5. Las frutas y verduras deben estar presentes para asegurar un aporte adecuado de vitaminas, minerales y fibra.
6. Se recomienda evitar dietas restrictivas y mucho más si son para perder peso. La cantidad de proteínas que contiene la leche puede verse afectada si la madre está desnutrida.
8. Se debe asegurar un aporte de líquidos de unos 2,5-3 litros diarios.
9. Se debe cuidar la higiene para evitar complicaciones de tipo infeccioso que dificulten o impidan la lactancia.

Espero que os sirva de ayuda...


jueves, 17 de diciembre de 2015

Una Navidad ligera

Las fiestas de Navidad son conocidas, entre otras muchas cosas, por los kilos. Y no me refiero a la campaña del kilo, que este año ha triunfado también desde las farmacias. Es el primer año que se realiza con alimentación infantil (leches, cereales, potitos), y se puede decir que la Gran Recogida 2015 del Banco de Alimentos ha sido todo un éxito.

Me refiero más bien al temor que se tiene a engordar unos kilos, o más que temor ya se cuenta con ello y se da por supuesto. Estas Navidades te propongo, además, "engordar" no de kilos, sino engordar de alegría, de generosidad, de cariño, de tiempo dedicado a los demás, de compasión ante los que sufren o están solos... ¿Quieres intentarlo?

No está mal eso de ponerse a dieta con el año nuevo, pero podemos empezar a cuidarnos desde ya. Por eso me adelanto a las fiestas y te adjunto un menú y una serie de recomendaciones que pueden ayudar a mantenernos a raya y que no se nos haga tan dura la cuesta de enero.



Ejemplo de menú para la comida:

            Entrantes:         Jamón ibérico con pan y tomate
                                   Brocheta de anchoas y guindillas
                                   Calabacines rellenos con espárragos verdes

            Plato principal (elegir): Merluza al vapor con vinagreta
                                         Ó Trenzas de solomillo de cerdo con champis

            Postre:             Fresas con mascarpone


Este es un ejemplo de comida que podríamos elegir, por ejemplo, para el día de Navidad o Año Nuevo. Contiene tanto proteínas de origen animal, como algo de hidratos de carbono, fruta y verdura... Se podría decir que es una comida bastante equilibrada. Para el caso de la cena, podríamos hacer una sopa de fideos o una crema de verduras añadiéndole un poco de patata y algo de pan (para conseguir cubrir los hidratos de carbono).

No obstante, sé que muchas veces la comida nos va a venir dada, y no podremos seleccionar aquellos platos más sanos y equilibrados. Por eso, en la cena suelo recomendar hacerla más sencilla, a base de frutas y verduras, que normalmente es lo que escasea en las comidas copiosas de las celebraciones.

Algunos consejos que te pueden ayudar...

- Si tienes una comida, hacer la cena más ligera; y al revés.
- Comer despacio, masticar bien (dar conversación te puede ayudar a conseguirlo).
- Ir caminando al lugar de la comida o salir a la calle a estrenar los Reyes.
- Beber mucha agua: el alcohol nos deshidrata. Combinar cualquier bebida que tomemos con agua.
- Aprovechar el desayuno y la merienda para ingerir fruta (en la comida y la cena será más difícil conseguirlo).
- Si podemos elegir un plato, elegir el menos calórico, las tecnologías culinarias más sencillas, las que aporten menos grasa (horno, vapor, plancha).
- No llenarnos el plato, ponernos un poco menos de lo que nos gustaría.
- Controlar la ingesta de turrón y dulces.


Creo que te pueden ayudar estas recomendaciones ante las fechas que se aproximan. No lo olvides: intenta equilibrar la comida con la cena (si una es más copiosa, que la otra sea más sencilla) y muévete.
 
Espero que te sirvan y... ¡feliz Navidad!

martes, 24 de noviembre de 2015

#ceroDIABETES

Hoy celebramos con orgullo el Día Mundial del Dietista-Nutricionista. El lema de este año (#ceroDIABETES) está centrado en la Diabetes, por eso quiero hablar de esta patología.


La diabetes es una afección crónica en la que el organismo no tiene capacidad de producir insulina o de utilizarla correctamente. Existe la Diabetes Mellitus tipo 1, tipo 2 y la gestacional.

Diferencias principales:
La DM1 tiene lugar como consecuencia de una reacción autoinmune, en la que se afectan las células del páncreas y no pueden producir insulina. Suele afectar a niños y jóvenes. El tratamiento es a base de insulina y se hace necesario un control de la alimentación. Los síntomas que la caracterizan son polifagia (aumento del apetito), polidipsia (aumento de la sed) y poliuria (aumento de la orina).

En la DM2 el organismo puede producir insulina, pero no en cantidad suficiente o bien no responde adecuadamente, produciéndose un acumulo de glucosa. Afecta a adultos aunque cada vez es mayor el número de jóvenes y niños que la padecen. Algunos factores de riesgo son la obesidad, la mala alimentación, la falta de ejercicio, antecedentes familiares...

Objetivos
Glc prepandrial (mg/dL)
Glc postpandrial (mg/dL)
HbA1c (%)
DM1
70-120
<160
<6.5
DM2
70-110
<135
<6.5

Es importante mantener los niveles de glucosa dentro de los límites indicados en la tabla, puesto que las complicaciones de la hiperglucemia pueden llegar a ser muy graves (los órganos afectados son el corazón y los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios, pudiendo llegar a producir amputaciones y coma diabético).

La diabetes gestacional es diagnosticada en mujeres en etapa avanzada del embarazo. No es peligroso para el bebé puesto que ya está prácticamente formado, aunque es importante controlar los niveles de glucosa en sangre, recurriendo a la dieta o en algunos casos también a insulina o antidiabéticos orales.
        
Centrándonos en la alimentación...
La alimentación del diabético no debe diferir de la alimentación de la población sana:
-          Pocas calorías en caso de sobrepeso u obesidad.
-          Presentes todos los grupos de alimentos (incluidos los Hidratos de Carbono).
-          Aporte adecuado de fibra.
-          Ácidos grasos insaturados: aceite de oliva, pescado (azul), frutos secos.
-          Ausente o muy baja en AGtrans y AGSaturados: bollería industrial, dulces,  embutidos, grasas.
-          sal.
-          Fraccionar la alimentación a lo largo de día (3 tomas principales si no hay riesgo de hipoglucemia, o 3 principales + 2 colaciones).

Monitorización de Hidratos de Carbono:
Es importante conocer la cantidad de HdC que se van a ingerir para ajustar el tratamiento, controlar la glucemia y liberalizar la alimentación. Aportando una cantidad fija de HdC y constante a lo largo de los días, se evitan fluctuaciones en la glucemia.

1 ración de alimento equivale a la cantidad de alimento que contiene 10g de HdC:
  • 200mL leche = 2 yogures
  • 50g patatas = 20g legumbres = 20g pan = 15g tostadas = 15g arroz = 15g pasta
  • 150g melón, sandía, fresas, pomelo = 100g albaricoque, naranja, pera, mandarina, ciruelas, piña, kiwi, manzana = 50g plátano, uva, cerezas, higos, chirimoya, nísperos.
  • 1 plato de verdura
Las grasas y alimentos proteicos apenas contienen HdC.

El número de raciones de hidratos de carbono a consumir por cada persona deberá estar fijado por un profesional, teniendo en cuenta el índice de masa corporal de la persona, el tipo de diabetes y el tratamiento al que esté sujeto. Es importante controlar el número de raciones de hidratos que se consumen especialmente en personas que se administran insulina.


Recomendaciones nutricionales:
-          Técnicas culinarias: utilizarlas todas. Moderar fritos, rebozados y empanados porque absorben más grasa.
-          Moderar el empleo de sal. Usar aceite de oliva.
-          Usar sacarina como sustituto del azúcar. Se desaconseja la fructosa como edulcorante (se absorbe más lento que el azúcar).
-          Productos dietéticos: no hay evidencias suficientes para su recomendación.
-          Alcohol: aporta azúcares y es hipoglucemiante. Limitar su ingesta (en todo caso hacerlo junto a las comidas).
-          Prohibido fumar (es uno de los factores de riesgo más importante para las enfermedades cardiovasculares).
-          Horarios regulares de comidas, no saltarse ninguna.
-          Fruta: no abusar de su consumo (contiene fructosa). Tomarla mejor con piel.

Limitar:
Pastelería, bollería, chocolates, alimentos azucarados, energéticos, miel, zumos, golosinas... Si se incluyen esporádicamente, controlar cantidad y frecuencia, y tomarlos con alimentos proteicos, grasos o ricos en fibra (disminuyen índice glucémico global).

He intentado exponer la importancia de una buena alimentación si se padece diabetes, y como dietista-nutricionista es muy importante la labor de educación nutricional a todas las personas, puesto que el número de personas con diabetes aumenta mucho año tras año.

Nuestra misión no sólo se centra en cuidar la alimentación una vez se ha detectado la diabetes, sino también en cómo prevenirla a través de una alimentación sana y equilibrada. Es una bonita labor, ¿no crees? Estoy orgullosa de ser dietista-nutricionista.

Para más información os dejo algunos links de páginas interesantes...
http://www.idf.org/
http://nutrinenes.com/

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Test lipidómico

Hace unos días tuve la suerte de asistir a una sesión cuyo título era: “Salud y prevención: Nuevo diagnóstico personalizado para una salud equilibrada”. Con semejante título y el aliciente de ser en inglés, no me pude resistir. Realmente no sabía muy bien a lo que iba, pero me llamó la atención eso del test lipidómico, sobre todo porque no lo había oído nombrar nunca.

¿Qué es el test lipidómico?
Se encarga de analizar molecularmente la membrana celular del glóbulo rojo maduro. Estudia las moléculas lipídicas como algo dinámico. Sabemos que los eritrocitos tienen una membrana celular formada por ácidos grasos, lipoproteínas y colesterol, entre otras. Pero estas moléculas no se encuentran en la misma proporción en todas las personas ni en todas las células y tejidos de nuestro cuerpo. Se cogen los eritrocitos circulantes y maduros porque dan una estimación bastante acorde con la realidad; de hecho el perfil del transporte da idea de cómo están todos los tejidos.

Es un test complementario al test genético (test nutrigenético, ya muy implantado en España a través de Cinfa). Se ha visto que en la vida y en la salud de las personas, el 50% depende de la genética (en esto se basa el test nutrigénetico) y el otro 50% al ambiente. En este punto entraría el test lipidómico, y es donde más podemos influir desde la oficina de farmacia. “Los farmacéuticos podemos ayudar a mejorar la salud de la sociedad”, dijo la doctora Carla Ferreri, ponente de la sesión; y es que la nutrición se relaciona con la prevención, preparamos nuestro cuerpo según lo que comemos. De ahí la importancia de saber cómo son nuestras membranas celulares para darle a las células (y en definitiva a nuestro cuerpo) aquello que realmente necesita.


Me gustó mucho la defensa que hizo de la dieta mediterránea, de la cual soy fan. La pirámide de la dieta mediterránea se construyó después de llevar años usándola. Y en la base se encuentran las “moléculas del estado de ánimo” (mood molecules), aquellas relacionadas con la actividad física, el descanso y la convivencia (endorfinas, prostaglandinas...). Los lípidos, en 10 años han pasado de estar en la base de la pirámide, a ir subiendo poco a poco. Actualmente se recomienda que los lípidos se correspondan con un 30-35% de las kcal totales, en condiciones normales. Aún así, la dieta no produce efectos similares en todos, ya que la velocidad a través de la membrana lipídica es distinta en cada persona. De ahí la importancia de conocer esa membrana para ingerir lo que más necesitamos, y reducir aquello más abundante. En esto se centra el test lipidómico.

En la membrana celular, los ácidos grasos saturados aportan rigidez, y los insaturados fluidez. Por eso es importante mantener un equilibrio entre ambos. Por su parte, el colesterol también regula la rigidez-fluidez de la membrana. Un aspecto positivo del test es que su fácil realización (extracción de sangre capilar en el dedo) permite en poco tiempo ver cómo va evolucionando la membrana según la dieta que realizamos.

¿Qué analiza el test?
         - Porcentaje de ácidos grasos y los valores óptimos
         - Índice de equilibrio (balance lipídico)
         - Índice de actividad enzimática
         - Índice de riesgo cardiovascular
         - Ácidos grasos trans
Los indicadores moleculares de la membrana celular son: fatiga metabólica (ácido palmitoleico, AGS/AGMI), inmunidad y defensa celular (ω6, EPA ω3), cardiovascular (AGS, ω3), inflamación (ARA ω6, ω6/ω3), neuro (DHA ω3) y estrés radicálico (trans, trans/ARA).

Además del análisis, se realiza una anamnesis, sobre el estilo de vida de la persona y su alimentación. Los resultados obtenidos tras hacer el análisis se comparan con unos valores normales estadísticos. Actualmente se está haciendo un proyecto similar al código de barras, para gente sana y enferma. 

Según los datos obtenidos puede ser necesario recurrir a un nutracéutico (alimento o parte de un alimento que proporciona beneficios para la salud), siempre sin modificar la medicación de la persona, durante un periodo de 4 meses, con ciclos de tres semanas ingiriendo y una de descanso. Esto no siempre será necesario, pero sí la alimentación, que es un elemento indispensable para recuperar el equilibrio.

Su ámbito de implantación es muy amplio: puede ser utilizado para reequilibrar el metabolismo, para mantener la buena forma deportiva, en casos de alergias, en fatiga y cambios de humor, en embarazo, para el bienestar de la piel, para proteger el corazón y la salud cardiovascular, para controlar el colesterol...

Como conclusión, este va a ser el futuro de la nutrición, pero ¿estamos preparados a día de hoy para su realización en las farmacias?
    


Para más información: http://www.lipinutragen.it/

miércoles, 14 de octubre de 2015

Hígado graso

Es una enfermedad del hígado (conocida como esteatosis hepática) que se produce por el acúmulo de grasa dentro de las células del hígado.

Los síntomas suelen ser dolor en la parte superior derecha del abdomen, malestar, fatiga y sensación de pesadez, sobre todo después de las comidas. Hay pacientes que son asintomáticos.

La nutrición juega un papel fundamental tanto en el tratamiento y como en la prevención, dado que actualmente no hay resultados sobre los posibles tratamientos farmacológicos.


Recomendaciones nutricionales:

Fibra: la fibra da saciedad, que si se trata de un paciente con obesidad o sobrepeso es muy interesante. Además limita que aumente la glucemia después de cada comida, con lo que los hidratos de carbono no se convertirán en grasa acumulándose en el organismo.

Azúcares simples: los azúcares simples hacen que aumente la glucemia muy rápidamente, y si se metabolizan se acumulan en forma de grasa. Un consumo excesivo hace que aumenten los triglicéridos y los ácidos grasos libres, con un mayor riesgo de esteatosis hepática.

Grasas: una dieta alta en grasas provoca un aumento de la concentración de enzimas plasmáticas y de ácidos grasos libres. Se deben evitar las grasas saturadas, y tomar en cambio ácidos grasos mono y poliinsaturados.

0 alcohol: el alcohol es tóxico para el hígado, así que no se recomienda su ingestión en este tipo de patología donde el hígado se encuentra afectado-.


Más concreto:

Para aumentar la fibra: cereales integrales, legumbres (entre dos o tres veces por semana), todo tipo de verduras (especialmente las de hoja verde).

Intercambiar el azúcar de mesa por estevia (edulcorante natural); y limitar el consumo de las frutas más dulces (éstas contienen fructosa, que es un azúcar simple). Al limitar las frutas, habrá que aumentar el consumo de verduras para obtener las vitaminas y minerales necesarios para llevar una dieta sana y equilibrada.

Moderar el aceite de oliva, que aunque es beneficioso para la salud, habría que tomarlo con moderación si se padece hígado graso. Elegir siempre leche y lácteos desnatados. Evitar embutidos, quesos curados, grasas animales, bollería, y todo aquello que contenga aceites vegetales (de palma, de coco).

Las vitaminas A, C, E y el Selenio, actúan como antioxidantes, evitando la degeneración celular. Estos se encuentran sobre todo en frutas y verduras.


Juegan un papel muy importante los ácidos grasos ω3, que son protectores del hígado. Este tipo de grasa contrarresta los efectos inflamatorios de las grasas trans y de las saturadas, disminuyendo así la esteatosis hepática y la posible futura inflamación del hígado. Los alimentos que más ω3 contienen son los pescados azules: salmón, anchoas, bonito, atún... Cabe destacar también los frutos secos, cuyo consumo debería ser moderado (un puñado al día, siempre que no se padezca obesidad, puesto que son muy energéticos). 


Menú general: 

Desayuno
       - café con leche desnatada
       - pieza de fruta (naranja, manzana, kiwi, pera, plátano, mandarina...)
       - cereales integrales con yogur desnatado ó biscote integral con queso fresco / pavo / jamón york

Media mañana y merienda: - yogur desnatado ó pan integral con york / pavo


Comida

       - 1º: pasta / arroz / legumbres
       - 2º: carne magra / pescado blanco o azul, con verduritas
       - Postre: fruta

Cena

       - verdura, ensalada, puré de verduras
       - fruta, yogur desnatado

Pan: mejor integral. Controlar aceite de oliva (2 cucharadas soperas al día)


jueves, 24 de septiembre de 2015

CONSEJOS DE SALUD DESDE LA OFICINA DE FARMACIA

El 25 de septiembre celebramos, como cada año, el Día Mundial del Farmacéutico. El lema de este año es: “El farmacéutico, tu aliado en salud”. Desde la Oficina de Farmacia hemos querido ver qué opinaba la gente al respecto. Para esto hemos colocado un escaparate con carteles de colores, donde se podían leer distintos consejos relacionados con la salud.

Uno de los consejos que ha tenido más éxito ha sido: “Come sano”
¿Por qué?


Cada vez estamos más concienciados de que una dieta saludable y variada es fundamental para mantener la salud del cuerpo. Aún así hay mucha gente que todavía no se toma esto en serio, y siguen sin dar relevancia a todo lo que ingieren.

¿Qué entendemos por dieta saludable? Aquella que sirve para conservar o restablecer la salud corporal. En muchos casos para restablecer la salud tendremos que apoyarnos en los fármacos, pero qué duda cabe que sin una nutrición adecuada a esas necesidades no se logran los objetivos deseados.

Para conservar la salud también es necesario llevar una dieta variada y equilibrada. Dicha dieta irá en relación al estado de salud, al gasto energético basal y al ejercicio que realice la persona.

Para calcular el gasto energético basal me suelo apoyar en la fórmula de Harris-Benedict, que me parece la más completa puesto que tiene en cuenta el peso, la talla y la edad:

MB mujeres = 655.1 + (9.56 x P) + (1.85 x T) – (4.68 x E)
MB hombres = 66.47 + (13.75 x P) + (5 x T) – (6.76 x E)

Una vez calculado el gasto energético basal aplico unos factores dependiendo de la actividad física que realice la persona y el estado de salud (el factor aumenta si la persona tiene fiebre o ha sido intervenida quirúrgicamente).

Cuando ya tenemos el gasto energético total calculado, pasamos a dividir ese total de kilocalorías en hidratos de carbono, proteínas y lípidos. Por norma general me gusta aplicar estos porcentajes:
55-60% de hidratos de carbono, 30-35% de lípidos y 10-15% de proteínas.

Una vez hecho ésto cogemos el amplio abanico de alimentos que existen y los dividimos en las distintas tomas que se realizan en el día, teniendo en cuenta siempre los gustos de la persona.

Por lo general me gusta dar las siguientes recomendaciones (o asegurarme de que las cumplen):
- 5 piezas de fruta y verdura al día
- hidratos de carbono complejos: pan, pasta, arroz, legumbres
- proteínas tanto de origen animal como vegetal
- 2L de agua al día
- aceite de oliva
- ejercicio físico

La dieta es fundamental para mantener la salud y para recobrarla en el caso de sufrir una enfermedad. Y no existen dietas generales, cada persona y sus circunstancias son diferentes, así que tendremos que valorar ésto a la hora de pautar la dieta, siempre individualizada.

A rasgos generales he expuesto lo que me parece que es una dieta saludable. Cada vez más gente ve la importancia de cuidar su dieta.

Atrévete a cuidar la tuya. 

miércoles, 9 de septiembre de 2015

¿Qué sabes sobre los nuevos cereales?

Hoy en día se habla mucho de nuevos cereales, a pesar de que se llevan usando y consumiendo en algunos puntos del planeta desde la antigüedad. Aquí te dejo algunos datos sobre cada uno de ellos.


Quinoa o Quinua:

Es un grano rico en proteínas, grasa insaturada (omega 3) e hidratos de carbono. En realidad no pertenece al grupo de los cereales, pero al tener propiedades similares se le suele incluir en este grupo.

¿Por qué es tan especial? En primer lugar porque no contiene gluten, así que resulta óptimo para los celíacos. Además, es de los pocos alimentos vegetales que contiene todos los aminoácidos esenciales, es decir, la quinoa tiene alta cantidad de proteínas y además éstas son de alto valor biológico.

Entre los minerales que contiene cabe destacar el hierro, el magnesio, la vitamina B2 y el ácido fólico.

La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 2013 como el “Año Internacional de la Quinua” como manera de reconocer las prácticas ancestrales de los pueblos andinos.


Mijo:

Existen muchos tipos de mijo distintos, y la mayoría (94%) se obtiene de los países en desarrollo (fundamentalmente de Asia y África).

Como propiedades principales destacan su alto contenido en energía por la gran cantidad de hidratos de carbono (sobre todo complejos), fibra y ácidos grasos poliinsaturados.

Al igual que la quinoa no contiene gluten, y los minerales y vitaminas fundamentales son el magnesio, fósforo, vitaminas del grupo B, hierro y zinc.


Amaranto:

Las propiedades son distintas según se consuma el grano (del cual se extrae el aceite) o las hojas. Las hojas de amaranto tienen un alto contenido en proteínas, provitamina A, vitamina C, calcio, hierro, magnesio y fibra.

Por otra parte, el grano tiene también altas cantidades de proteína (donde destaca el aminoácido Lisina que es limitante en otros muchos cereales), hidratos de carbono, ácido oleico y linolénico.

Es un alimento apto para celíacos y además tiene gran cantidad de flavonoides antioxidantes.


Sorgo:

El sorgo tampoco tiene gluten. Su contenido proteico es inferior al de otros cereales, aunque es alto en hidratos de carbono. La grasa que contiene es relativamente baja siendo la mayoría ácidos grasos poliinsaturados.

Tiene gran cantidad de componentes antioxidantes, zinc, vitaminas del grupo B y E, fósforo y calcio.


Espelta:

Es una variedad del trigo, por lo tanto contiene gluten. Tiene una elevada cantidad de proteínas, minerales y vitaminas, además de fibra. Contiene todos los aminoácidos esenciales y la vitamina B2 que contiene hace que sean mejor absorbidos.

Es un cereal mucho más nutritivo y digestivo que el trigo común.


Trigo sarraceno:

Se cosecha desde la antigüedad en China, y fue un alimento básico mucho antes que el arroz.

Esta semilla es rica en componentes polifenólicos, antioxidantes, fibra, magnesio, manganeso y vitaminas del grupo B. Su contenido en proteínas no es excesivo, aunque contiene todos los aminoácidos esenciales.


Kamut:

El grano del trigo kamut contiene un mayor porcentaje de proteínas si lo comparamos con el trigo utilizado normalmente en panadería. Los minerales y vitaminas más importantes son el calcio, potasio, fósforo, magnesio, hierro, vitaminas del grupo B (especialmente la niacina) y vitamina E.

No es apto para celíacos, y reporta mucha energía por los hidratos de carbono complejos que contiene. Hay que mencionar también un alto contenido de ácidos grasos insaturados.