El agua es un
elemento esencial para la vida puesto que un 60% del peso corporal es agua. ¿Damos realmente al agua la
importancia que tiene? En el Día Mundial del Agua, vamos a pensar un poco sobre ello.
Algunas de las características principales del agua
son:
-
En el cuerpo humano es el medio para
permitir muchas reacciones metabólicas.
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Es el principal componente de la sangre.
-
Es transportador de nutrientes,
hormonas y otros compuestos hacia el interior de las células.
-
Es el vehículo de sustancias de desecho
hacia el exterior de la célula.
-
Regula la temperatura corporal.
Es
vital mantener un equilibrio hídrico
entre las ganancias y las pérdidas de agua a lo largo del día: la manera de
aportar agua es a través de bebidas y alimentos, y la pérdida de agua se
produce a través de la orina, heces, sudor, transpiración y respiración.
¿Tengo
que esperar a tener sed para beber?
La respuesta es NO. La sed es una señal tardía de deshidratación, cuando ya
hemos comenzado a perder al menos un 1% de nuestro peso corporal o la
concentración osmótica es alta.
Las
recomendaciones hídricas varían
según la población a la que se refieran. La EFSA (Autoridad Europea de
Seguridad Alimentaria) publicó en 2010 unas recomendaciones que son las
siguientes:
- Bebés: de 0-6 meses: 680 mL/día (a
través de la leche)
- Bebés de 6-12 meses: 800-1000 mL/día
- Niños de 1-2 años: 1100-1200 mL/día
- 2-3 años: 1300 mL/día
- 4-8 años: 1600 mL/día
- Niños 9-13 años: 2100 mL/día
- Niñas 9-13 años: 1900 mL/día
- A partir de 14 años igual que adultos.
- Hombres: 2500 mL/día
- Mujeres: 2000 mL/día
Estas
necesidades varían en caso de embarazo,
que serían un poco superiores a las del adulto, y en lactancia, que son a su vez superiores al embarazo.
En
el caso de personas ancianas hay que
tener en cuenta que el umbral de la sed aumenta, esto significa que cuando una
persona mayor siente sed está ya muy deshidratada. De ahí la importancia de
beber agua o líquidos con frecuencia, especialmente si la temperatura ambiental
es elevada.
En
caso de enfermedad (fiebre, vómitos,
diarrea, quemaduras) las necesidades hídricas aumentan considerablemente,
haciéndose incluso necesario la administración de suero. Es importante en estos
casos beber muy pocas cantidades pero muy frecuentes.
Algunas
recomendaciones generales:
1.
No esperar a tener sed para beber
agua.
2.
Beber al menos 6 vasos de agua al
día, sobre todo entre una comida y otra. Hay agua que también se aporta a
través de otros líquidos o alimentos.
3.
Beber líquidos antes, durante y después
de realizar cualquier actividad física.
4.
Es aconsejable beber agua antes de salir de casa y llevar una botella de agua,
así podremos hidratarnos en cualquier momento.
5.
Con niños o ancianos es bueno
ofrecerles agua a menudo, ya que son los principales grupos de riesgo expuestos
a la deshidratación.
6.
Para mujeres embarazadas o lactantes
se recomienda beber 3 litros de líquidos al día (entre agua, otras bebidas,
alimentos...).
Mitos relacionados con el agua...
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El agua engorda: el agua aporta 0
kcal, ni engorda ni adelgaza. Es cierto que el agua sacia, por lo que si la
tomamos antes de las comidas tendremos menos hambre y comeremos menos cantidad.
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Es necesario beber entre 2 y 3 litros de
agua al día: lo cierto es que necesitamos aportar entre 2 y 3 litros de
agua, pero no significa que tengamos que beber esos litros de agua, ya que el
agua también la aportamos con otros líquidos (bebidas, cafés, infusiones,
caldos, sopas) y con los alimentos.
-
El
agua es inocua: en principio consideramos que el agua no es tóxica. Sin embargo,
beber demasiada agua podría causar un desequilibrio electrolítico conocido como
hiperhidratación o intoxicación por agua.
-
Es importante beber mucha agua después
de hacer deporte: tras realizar ejercicio físico, y más cuando ha sido
intenso y la temperatura es elevada, es necesario recuperar ese agua perdida,
pero es mejor hacerlo con bebidas que contengan sales puesto que no sólo perdemos
agua con el sudor.
-
La digestión es más rápida si se bebe
mucha agua durante las comidas: el agua hace que el grado de acidez del
estómago sea menor, lo que provoca que disminuya la velocidad de las enzimas
digestivas, así que la digestión será más lenta.
-
El alcohol es una buena bebida cuando
estoy sediento: aunque en un primer momento nos pueda parecer que nos quita
la sed, el alcohol al poco tiempo nos produce una deshidratación mayor.
Como
conclusión, es importante mantener nuestro cuerpo bien hidratado, pero hay muchas maneras de hacerlo, tanto con bebidas como a través de los alimentos; no hay que esperar a tener
sed para beber; y es mejor tomar agua
entre horas y no dentro de las comidas para hacer una mejor digestión.
¡Feliz Día Mundial del Agua!
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