domingo, 24 de abril de 2016

Mitos entre Nutrición y Cáncer

Hace tiempo que oímos muchas cosas acerca de la relación que existe entre la Nutrición y el Cáncer, pero ¿es cierto todo lo que se dice? Me gustaría exponer aquí algunos de los mitos y frases que solemos escuchar con cierta frecuencia y comentar cada una de ellas.

Empecemos por el principio:
- Existen dietas anticáncer: no existe ninguna dieta calificada como anticáncer; no hay ningún alimento o grupo de alimentos que hagan remitir un cáncer o eviten 100% su desarrollo. Sí que hay dietas mejores para la salud, como la dieta mediterránea, o alimentos antioxidantes que pueden bloquear los radicales libres que dañan las células, pero su consumo no hace que estemos totalmente protegidos del cáncer.

Una dieta saludable, variada y equilibrada, con las kilocalorías adaptadas a lo que quema la persona, con un porcentaje de hidratos de carbono, proteínas y lípidos adecuado, hará que la probabilidad de padecer cáncer sea menor, tanto porque “el combustible” que le estaremos dando a nuestro cuerpo será el correcto como porque las enfermedades asociadas también serán menores (diabetes tipo 2, obesidad, enfermedades cardiovasculares...). Se estima que un 30% de los cánceres actuales pueden ser prevenidos con la alimentación.

- El pan quemado y los alimentos hechos a la brasa producen cáncer: no lo producen directamente, pero sí hay estudios que los alimentos cocinados a fuego directo pueden aumentar el riesgo de cáncer debido a que se forman hidrocarburos aromáticos policíclicos y aminas aromáticas y heterocíclicas que pueden favorecer su desarrollo.

Entrando en materia...
- La carne roja y la procesada provocan cáncer: no hay estudios que avalen que la carne roja y la procesada provoquen directamente cáncer; si bien es cierto que un consumo diario o excesivo podría ayudar a su desarrollo. Esto es debido a que los nitratos presentes en este tipo de carnes cuando llegan al estómago se transforman en nitritos y si se dan las condiciones adecuadas de pH y temperatura pueden dar lugar a las nitrosaminas (con acción cancerígena). Las recomendaciones se sitúan en un consumo de carne roja menor a 300g por semana, con una mínima proporción de carnes procesadas.

- La leche provoca cáncer: últimamente han salido muchos escritos en contra de la leche, debido a la cantidad de procesos físicos y químicos que sufre y porque somos los únicos mamíferos que la seguimos consumiendo una vez llegados a la edad adulta. Aún así, la leche como cualquier otro alimento o bebida debe sufrir muchos controles antes de salir al mercado y así nos aseguramos de que es apta para el consumo humano. La leche que consumimos hoy en día no es comparable a la que se consumía hace unas décadas recién ordeñada; pero eso no implica que sea perjudicial para la salud.

- Vegetales y frutas no ayudan en la prevención del cáncer: hay estudios hechos con animales y en el laboratorio que indican que algunos vegetales y frutas, especialmente las plantas crucíferas (col, brócoli, rábano, coliflor), podrían prevenir el cáncer gracias a su contenido en glucosinolatos. Los vegetales y las frutas deben ser consumidos diariamente, un mínimo de 5 piezas al día. Una alimentación basada en este tipo de alimentos, limitando las grasas y los azúcares refinados puede ayudar a prevenir el cáncer.

¿Y el dulce?
- El aspartamo aumenta el riesgo de padecer cáncer: el aspartamo como otros edulcorantes artificiales (sacarina, acesulfamo, sucralosa) cumplen muchos controles alimentarios antes de salir al mercado y durante su comercialización y no ha habido pruebas concluyentes respecto a su uso en humanos.

- Los dulces alimentan al cáncer: algunos estudios han indicado que las células cancerosas consumen más azúcar que las células normales, pero ninguno ha demostrado que consumir azúcar hace empeorar el cáncer o que, si se deja de consumir, el cáncer disminuye o desaparece. Sin embargo, una alimentación con un alto contenido de azúcar puede tener como consecuencia un aumento excesivo de peso, y la obesidad está asociada a un riesgo elevado de padecer varios tipos de cáncer. Mientras se padece la enfermedad es muy importante que el paciente se encuentre bien nutrido, cosa que se hace especialmente difícil con las reacciones adversas de los tratamientos.

¿Qué consecuencias sacamos de todo esto? Es muy importante cuidar nuestra alimentación ya que podemos prevenir muchas enfermedades, entre ellas el cáncer. No hay una dieta anticáncer, pero el patrón de dieta mediterránea es conveniente seguirlo tanto si se trata de una persona sana, con cáncer o en remisión. Nunca es demasiado tarde para mejorar tu alimentación, ¿a qué esperas?



Publicado el 22 de abril en Cazafarma: http://cazafarma.com/blog/7-mitos-sobre-nutricion-y-cancer/

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